domingo, 5 de julio de 2015

Aprendí a pedir perdón y no a perdonar

Aprendí a pedir perdón y no a perdonar; un pastor muy sabio me dijo una vez que si yo digo -te pido perdón por haberte ofendido y te perdono todo lo que me has hecho o causado es como si no perdonará porque la otra persona se va a sentir ofendida al pensar - no tiene nada que perdonarme si yo no le he hecho nada.
Así me paso una vez. Pedí perdón. Y dije te perdono, la otra persona me contesta no tienes nada que perdonarme porque yo no te hecho nada. Eso fue como un valde  de agua fría a mi cuerpo, en ese momento no entendí y me ofendí yo. Imagínese la que estaba pidiendo perdón de repente estaba ofendida ajjaj. En el caminar del evangelio el Señor fue sanado esa herida y aunque no entendía a la otra persona como no podía tener ni pica de remordimiento el Señor fue trabajando conmigo todas esas áreas y raíces de amargura.
Sigo en oración y ahora puedo entender que lo dije de la manera incorrecta. Debí decir te pido perdón en todo lo que te haya ofendido. Si la persona lo recibe es ganancia para ambos, si no la recibe es ganancia para ti.
El Señor desea que sigamos creciendo como esa semilla que se sembró en tierra fértil y se vuelva un árbol fuerte y frondoso, pero nada podemos hacer fuera del Señor. No hay orgullo, vanidad, rencor, envidia ni nada mundano que nos pueda traer paz como el perdón genuino.
Dios los bendiga
El amor todo lo puede!